domingo, 13 de noviembre de 2011

EL PROFETA DANIEL

Su nombre significa “Dios es mi Juez” o bien “El Juicio de Dios” y los únicos datos sobre él son que se extraen del libro que lleva su nombre, y algunos datos procedentes de los escritos de Flavio Josefa según el cual estaba emparentado con la realeza.

En su juventud (una edad estimada sobre los 14 años) es conducido como cautivo a Babilonia tras la caída de Jerusalén en el año 584 A. de C. Interviniendo, muy poco después, en el episodio de “La Casta Susana” que había sido injustamente acusada de adulterio librándose de ser castigada por la defensa que Daniel realiza ante los jueces.

Siguiendo ordenes de Nabucodosnosor II, es entregado a Aspenaz (jefe de los eunucos) junto con otros tres jóvenes para recibir formación que les capacite, para en el futuro, ocupar puestos de responsabilidad en la corte,  aprendiendo lengua costumbres y tradiciones de la nueva cultura y recibiendo nombres nuevos (Belsatar en su caso) y muy probablemente convertidos ellos también e eunucos. Daniel se niega, no obstante, a abandonar sus tradiciones, referentes a la alimentación por ejemplo, lo que le produce algunos problemas que consigue resolver.

Pronto consigue prestigio ante el rey, gracias a una certera interpretación de un sueño, que le nombra gobernador de una provincia de babilonia y jefe de los sabios (no existiendo de este hecho ninguna prueba que no proceda de su propio libro).

Caído en desgracia  ante Belsasar (sucesor de Nabucodosnosor II)  es arrojado junto con sus tres compañeros, a un horno encendido del que sale sin daño alguno, y posteriormente tras utilizar el nuevo rey los vasos sagrados de Jerusalén en un banquete, Daniel predice la caída de babilonia en poder de los persas, lo cual junto con la muerte de Belsasar se produce esa misma noche.

Encontrándose bajo dominio de los persas, con el rey Darío el Medo (personaje desconocido para la historia y probablemente inexistente) se produce una conjura contra él, intentando hacerle abdicar de sus creencias y al no conseguirlo es arrojado a un foso con leones donde pasa una noche sin sufrir ningún daño. Cuando el rey conoce este dato, ordena sacarlo y arrojar a  este mismo foto a sus acusadores los cuales son inmediatamente devorados.

No existe ninguna referencia a su muerte, aunque si es posible que llegara a ser centenario puesto que los últimos datos del libro, apuntan a que llego a vivir en tiempos de Ciro, no existiendo ninguna referencia en vida de su sucesor Cambises.

Existen cuatro ubicaciones que dicen contener los restos del profeta.
Babilonia, en el actual Irak. Según aparece en el Martyrologium Romanum donde dice que fue enterrado en una tumba real.
En la ciudad de Susa (Irán) según tradiciones judías y musulmanas, donde se venera un monumento que en el siglo XIX fue reubicado para evitar conflictos entre dos ciudades que reclamaban su ubicación.
Kirkuk, (Kurdistán iraquí). Fue un edificio religioso judío mas tarde iglesia cristiana y posteriormente mezquita. Se pueden ver cuatro tumbas pertenecientes supuestamente a Daniel y sus tres compañeros.

En Samarcanda, (Uzbekistán) existe otra tumba de Daniel. Según una leyenda local, Tamerlán, intentaba conquistar Siria, sin éxito hasta que uno de sus consejeros le aseguró que sus derrotas se debían a la presencia, en ese territorio, de la tumba del profeta. Logró apoderarse del cuerpo, el cual hizo trasladar hasta sus dominios del Asia Central. De esta tumba mana una fuente de agua a la que se atribuyen propiedades curativas.
Muqdadiyah, (Irak). Cerca de Al Wajihiya,  Güarda otra posible tumba de este profeta que fue atacada y muy dañada por los bombardeos producidos en 2007.


EN LOS ESCRITOS RABINICOS


Se le considera perteneciente a la realeza, cumpliendo su nacimiento las profecías de Isaías al Rey Exequias “y tus hijos que tú has engendrado serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia” (Isaías 38).

EN LOS ESCRITOS CRITIANOS


Se le otorga gran importancia considerándolo uno de los cuatro “Profetas Mayores” (en terminología cristiana) por el Catolicismo, junto a Isaías, Jeremías y Ezequiel, pues según teólogos cristianos predice las fechas de nacimiento y muerte de Jesucristo, así como profetiza la fecha de la Parusia (retorno de Cristo a la tierra) y grandes guerras apocalípticas.

EN LOS ESCRITOS ISLAMICOS


Aunque no aparece citado en el Corán es considerado por los musulmanes como un profeta, y diferentes tradiciones dicen que predico en Irak durante el reinado de Ciro, llegando a ser rey de Israel tras su periodo de cautividad en Babilonia. Algunos Historiadores Islámicos consideran que la figura de Daniel es la mezcla de dos personajes, uno  llamado el antiguo que fue contemporáneo de Abrahán y/o Moisés, y otro posterior llamado Daniel el Joven, tío de Ciro y autor de las numerosas predicciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario